Nada mejor que compartir con vosotros nuestra escapada de invierno, a Pallars Sobirà.
Porque cambiar de aires siempre viene bien, salir de la rutina y sentir la naturaleza en su estado puro.
Disfrutar del paisaje donde el río fluye rápido y vivaz chocando contra las piedras que se encuentra en su camino creando así una melodía espectacular.
Y que decir de la nieve, genial había un montón y como disfrutaron las niñas con el trineo, solo con eso ya vale la pena ir hasta allí.
Porque cambiar de aires siempre viene bien, salir de la rutina y sentir la naturaleza en su estado puro.
Disfrutar del paisaje donde el río fluye rápido y vivaz chocando contra las piedras que se encuentra en su camino creando así una melodía espectacular.
Y que decir de la nieve, genial había un montón y como disfrutaron las niñas con el trineo, solo con eso ya vale la pena ir hasta allí.
Desconectando de todo lo relacionado con el estrés.
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